La fumigación de plagas es crucial para proteger la salud pública y mejorar la calidad de vida al prevenir enfermedades transmitidas por plagas y reducir problemas asociados como daños a la propiedad. Un programa de fumigación bien implementado ayuda a mantener ambientes saludables y seguros, previniendo infestaciones graves y garantizando el bienestar de empleados y clientes.